El ex integrante de Los Rodríguez y Tequila se presenta solo con sus canciones, sus guitarras y su historia.
Se ríe de su ocurrencia Ariel Rot y la pequeña risotada contagia. Al
cronista, a su agente de prensa, a su manager, incluso a un camarógrafo
que está registrando cada paso que da el músico para la segunda parte de
su documental Ariel Rot Solo. "Llevo solamente 30 años hablando mucho",
agrega el ex Tequila y Los Rodríguez y ahora la misma ocurrencia se
convierte en observación.
Esta noche se subirá al escenario del teatro
Independencia, en Mendoza, y pasado mañana será el turno de La
Trastienda Club. Sólo AR, con una guitarra acústica y otra eléctrica,
más un piano como tercer acompañante y, claro está, el puñado de
canciones que supo componer en estas tres décadas, a ambos lados del
Atlántico pero siempre más cerca de la península ibérica que del Río de
la Plata.
"Es un show que empecé tímidamente, de manera poco oficial, hace un
año y pico en la ciudad de Córdoba, España, en el festival de trovadores
Cosmopoética -cuenta Ariel-. Me pidieron que fuera yo solo con la
guitarra. Compartí un showcito con otros dos cantautores que tenían más
experiencia que yo en el tema y me pareció interesante y distinto. Me
gustó cómo me sentí y cómo reaccionó el público. Sentí que tenía unos
textos que también se podían defender en solitario. Entonces empecé a
probar, hice cuatro, cinco shows y me di cuenta de que disfrutaba al
hacerlo. Fue una sorpresa para mí, un cambio de registro interesante y
una nueva manera de encarar las canciones."
-Otro color, otro volumen, otra intensidad y sin gente a izquierda y derecha. ¿No?
-¡Claro! Acá los cómplices hay que buscarlos debajo del
escenario, y eso la gente lo nota. La comunicación funciona de otra
manera y subraya el carácter de la canción. Cuando es humor hay más
humor, cuando es emoción hay más emoción. También les doy una vuelta
musical a todas las partes instrumentales para que no se trate
simplemente de acortar las canciones. Por eso voy con piano, con
guitarra eléctrica y con efectos.
-¿Cómo se comporta el repertorio?
-Es un ejercicio muy entretenido encerrarte con
instrumentos, ir probando fórmulas, cambiando ritmos, estructuras,
experimentando. Lo sigo haciendo, se me siguen ocurriendo cosas y se
convirtió en una actividad. "A ver, en este tema, voy a agarrar la
acústica a ver qué se me ocurre." La estructura básica del concierto
está dada por canciones que funcionan perfectamente en este formato.
-¿Cuánto hay de material nuevo y de canciones clásicas? Porque no venís a presentar un disco en particular, ¿no?
-No, es un show atemporal. Básicamente hay temas de
toda mi carrera en solitario, algunas canciones mías de Los Rodríguez
que las canto desde hace mucho tiempo, como "La milonga del marinero y
el capitán", que la toco en piano tal como la compuse, y una versión de
"Mucho mejor" que la hago en tango. La hice en un disco de duetos con
Javier Calamaro y la retomé para este show. Es curioso, "Mucho mejor" es
una canción lúdica, de entretenimiento, y pasada a tonos menores y al
tango se convierte casi en una tragedia. Del último disco puedo hacer
unas cuatro o cinco pero no tengo ninguna esclavitud con el álbum,
porque ya tuvo su gira de presentación con la banda.
Solo Rot, el álbum, suena a síntesis de
trayectoria. Por caso, abre con "Una vida equivocada", en el que declara
en forma de canción: "Yo no tengo secretarios ni contrato mercenarios /
ni abogados desalmados ni una corte de pescados / a mi lado...". Es
decir, un hombre de perfil más bajo que el de varios compañeros de
andanzas y de generación. "Yo no sé cómo vive cada uno el lugar que
ocupa, yo soy bastante exigente conmigo mismo, pero aun así creo que
ocupo un lugar bastante envidiable (risas). No soy un grupo que empieza y
que tiene que luchar contra lo difícil y complicado que es ahora todo
ni soy una marca tan poderosa que todo lo que hace se examine y se lleve
a votación."
-Un término medio que se lleva muy bien con tu forma de ser. ¿No?
-Creo que ésa es la clave, hacerte un traje a tu medida porque lo vas a tener que usar todo el tiempo.
-¿Cómo es tu relación actual con la Argentina?
-Tengo una relación más familiar que profesional.
Procuro venir una vez al año porque están mis padres, mi hermano, mis
sobrinos, pero venir a trabajar no resultó tan sencillo. Involucrar a
gente para que me traiga sabiendo cuál es mi estatus es complicado.
Tiene que partir más del lado de fan que del empresarial. Esta gira es
muy sencilla, el único tema es cómo traer solo tantos instrumentos en el
avión. Pero lo estamos sacando adelante, algunos amigos nos prestan
cosas, yo me traje un par de guitarras que para mí son fundamentales y
efectos.
-¿Un déjà vu de los comienzos?
-Esto es distinto... Siempre seguimos pidiendo favores.
Me acuerdo de la primera vez que Fito (Páez) fue a España. No nos
conocíamos, sólo por teléfono, y me llamó y me dijo: "Me gustaría que
Los Rodríguez fueran mi banda en España", y estuvimos un mes ensayando
para tocar una sola noche. La pasamos muy bien, fue un mes maravilloso.
El intercambio tiene que ser así y en esa época no había ni Facebook ni
ninguna herramienta que complique las cosas.
-Fito es uno de varios que acudieron a vos para empezar a mostrarse en Madrid. ¿No?
-Puede ser. Es un ida y vuelta. Hace dos semanas estuve
grabando un nuevo disco con Sergio Makaroff (hermano de Eduardo, de
Gotan Project), creo que ya es el tercero que hacemos, y evidentemente
lo hacemos sin ningún tipo de compensación económica.
-El intercambio es fundamental.
-Sí; eso es lo bueno de esta crisis, los que sólo veían
la música como negocio se están yendo y gente como Makaroff sigue
componiendo 20 canciones al año. Luego tiene que conseguir quién lo
ayude, dinero para grabar, pero la esencia sigue estando en el oficio.
Para agendar
- Ariel Rot
Obra nombre: Presentación en solitario del ex Tequila y Los Rodríguez.
La Trastienda Teatro: Balcarce 460. 27 de Mayo, a las 21.
Entradas desde: $100.
Por Sebastián Esposito (LaNación)
Fuente: LaNacion.Com/Espectáculos
Foto: Maxi Amena